Flota Rusa Llega a La Habana con Fragata y Submarino Nuclear para Visita Oficial

Una flota de la Armada rusa, compuesta por cuatro buques, incluyendo una fragata y un submarino de propulsión nuclear, arribó al puerto de La Habana el miércoles. La fragata Almirante Gorshkov y el submarino Kazan encabezan esta demostración de fuerza, marcando el fortalecimiento de los lazos entre Rusia y Cuba, dos antiguos aliados de la Guerra Fría.

La fragata Almirante Gorshkov, uno de los buques más modernos de la Armada rusa, fue la primera en arribar, seguida por el submarino nuclear Kazan. La llegada de estos buques fue saludada con una salva de 21 cañonazos, respondida por los cubanos desde un fuerte colonial del siglo XVIII. Esta visita oficial se prolongará por cinco días, durante los cuales el público cubano tendrá la oportunidad de visitar la fragata Gorshkov.

El gobernador de La Habana presidió una ceremonia de bienvenida a la flota rusa, resaltando la importancia de esta visita en el contexto de las crecientes tensiones internacionales, especialmente entre Rusia y Estados Unidos debido a la guerra en Ucrania. La visita de la flota rusa se produce a solo 144 kilómetros de Florida, subrayando la cercanía geográfica y las implicaciones geopolíticas.

Durante su trayecto hacia Cuba, la flota rusa realizó ejercicios militares en el Atlántico, que incluyeron prácticas de uso de misiles de alta precisión. Estos ejercicios fueron monitoreados de cerca por buques y aviones estadounidenses, que han seguido a la flota rusa desde su tránsito por el Atlántico.

Funcionarios estadounidenses han asegurado que estos movimientos no representan una amenaza para Estados Unidos, destacando que la actividad rusa es rutinaria y que tales visitas son comunes. Cuba, por su parte, ha afirmado que la escala de la flota rusa no representa una amenaza para la región y que las visitas de unidades navales de otros países son una práctica histórica de colaboración y amistad.

Esta visita subraya el fortalecimiento de las relaciones entre Moscú y La Habana en medio de la crisis económica de Cuba, que cada vez depende más del petróleo y la ayuda rusa. La llegada de la flota rusa es una señal clara del apoyo continuo de Rusia a su aliado caribeño en tiempos de incertidumbre global.