El impacto del calentamiento global ha cobrado una nueva víctima en México: los monos aulladores. En los estados de Tabasco y Chiapas, el calor extremo ha provocado la muerte de al menos 83 monos desde el pasado 5 de mayo, según la organización Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (Cobius). Esta situación ha generado una profunda preocupación entre ambientalistas y autoridades.
Cobius ha reportado que los monos saraguatos, conocidos también como aulladores, han sucumbido a las altas temperaturas y los incendios forestales que asolan la región. La organización, dedicada a la protección de la biodiversidad, actualmente resguarda a dos crías y asiste a cerca de 35 comunidades en Tabasco, proporcionando agua y revisando la salud de los monos.
El problema no se limita a Tabasco y Chiapas. Cobius alerta que esta “emergencia de mortandad” podría extenderse a otros seis estados, donde se pronostican temperaturas máximas de hasta 45 grados Celsius. Además, subrayan que los saraguatos son una especie en peligro de extinción, lo que agrava la situación.
Ante esta crisis, el Gobierno mexicano ha anunciado que apoyará investigaciones a través de la Secretaría de Medio Ambiente para determinar si existen otras causas de muerte de los monos aulladores, considerando la posible influencia de agroquímicos tóxicos. En Tabasco, el Instituto de Protección Civil del Estado está realizando brigadas para rescatar y auxiliar a los monos en zonas afectadas, proporcionando bebedores y alimentos, principalmente frutas.
Esta alarmante situación subraya la urgencia de tomar medidas efectivas contra el cambio climático y proteger a las especies vulnerables que están sufriendo sus devastadores efectos.